España no tuvo jamás colonias, o sea factorías, que sí tuvieron las demás potencias. España organizó aquellas tierras en virreinatos, y los naturales de ellas eran tan súbditos de su Monarquía como lo eran sus peninsulares, y equiparados en derechos. Es muy instructivo el magnífico Libro del Intelectual, profesor universitario y académico argentino, Don Ricardo Levene, titulado precisamente «Las Indias no eran colonias»– mi ejemplar es de la Colección Austral, serie verde, de Espasa Calpe, nº 1060,- que con magistral ecuanimidad y erudición, históricocrítica, porque verdaderamente las Indias no eran colonias o factorías, sino provincias, reinos, señóríos y repúblicas -ojo, entendido el vocablo en sentido etimológico- da las razones que expone el autor , con sus aportes provinientes de las legislaciones y doctrinas de los grandes juristas y publicistas, de allí, que enaltecen también el gran papel humanitario de la Reina Católica Isabel de Castilla, y termina el Libro con la Declaración oficial que la Academia Nacional de la Historia, argentina, ha hecho sobre la denominación equivocada de «colonia«– a un período de la Historia Argentina.. Es obra pues sincera, documentada, intelectual, y reivindicativa de la verdadera -y no falseada- trayectoria española.

Pero si quiere Ud. oler ese perfume británico de su pregunta, sólo tiene Ud. que oler el insecticida mortal que los británicos y su cultura matarife fomentaron y expandieron por el «salvaje Oeste norteamericano«, en sus guerra contra los indígenas de las praderas, cargándose así no sólo al bisonte de las praderas, del que vivían, sino que también extinguió a miles y miles, de indígenas -por millones- de distintas tribus, repito de indígenas norteamericanos, apaches, comanches, pies negros, atapascos, algonquines, iroqueses, sioux, dakotas, pueblos, shoshones, etc, etc. pagando incluso a un dólar cada cabellera india, y eso desde el apoyo inicial de Isabel I de Inglaterra, también llamada la Reina Virgen- sin motivo alguno conocido- , a sus piratas Raleigh, Drake, Hawkins…etc, y sus espantosas tratas esclavistas de negros. con un perfume discriminatorio absoluto, oscuro, bárbaro y total, – y que se ha mantenido hasta mucho más allá de la mitad del siglo XX. – ( cuando España autorizó los matrimonios mixtos ya en 1504…). Tenga cuidado pues al respirar ese perfume. Se puede Ud. intoxicar cretina y gravísimamente, porque da ya claros síntomas malolientes y preocupantes de intoxicación.