Las Leyes de Indias de 1512 (Burgos)
Las Leyes de Burgos fueron una serie de disposiciones promulgadas en 1512 por el rey Fernando (que en aquel momento era Regente de Castilla) para regular la vida de los indígenas en los Reinos Españoles de América. Algunas de las principales disposiciones de las Leyes de Burgos incluían:
Prohibición de la esclavitud de los indígenas: Se establecía que los indígenas no podían ser esclavizados ni vendidos como siervos, y que debían ser tratados con humanidad.
Protección de los indígenas: Se establecía que los indígenas debían ser protegidos de los abusos y maltratos por parte de los encomenderos, y que debían ser instruidos en la fe cristiana.
Organización de la vida de los indígenas: Se establecía que los indígenas debían ser agrupados en pueblos, donde serían evangelizados y enseñados de acuerdo con las costumbres y leyes españolas.
Repartimiento de tierras: Se establecía un sistema de repartimiento de tierras entre los indígenas, para que pudieran cultivarlas y sustentarse.
Si bien las Leyes de Burgos fueron un intento de proteger a los indígenas de los abusos de los recien llegados, en la práctica no se cumplieron totalmente y los indígenas no eran tratados como ciudadanos españoles, como les reconocían estas Leyes. Para remediarlo fueron luego reemplazadas por las Leyes Nuevas de 1542, que establecieron un régimen más estricto de protección de los derechos de los indígenas.
Los Reyes hispanos, empezando por La Reina, que se enfrento a Colón y lo hizo traer encadenado desde el Nuevo Mundo por no tratar a «sus súbditos» como se esperaba de el y continuando con todos y cada uno de sus sucesores, que modificaron las leyes para ajustarlas a las nuevas realidades.